Como colectivo siempre pusimos de manifiesto una serie de señas de identidad: el interés por la gestion, por la especialización, por la personalización de la pediatría y por la complejidad.
Destacaba el afán por dotar de la mayor eficacia y con los mejores resultados a los servicios asistenciales pediátricos en los que estábamos implicados, independientemente de que se tratase de sistemas de gestión privados, públicos o mixtos. Otro aspecto importante que nos interesaba era abarcar todas las facetas del hecho asistencial y de su administración.